Viaje Ecuatoriano es la oportunidad que nos da Carlos Grijalva de conocer el país de la mitad del mundo desde su mapa sonoro. Este disco ve la luz después de un trabajo profundo de Grijalva en su caminar por el Ecuador; aquí está la búsqueda por repertorio tradicional de nuestro país y la inquietud de nuevas voces compositoras y atrevidas que plantean un presente importante para las Músicas Ecuatorianas.
La voz de Grijalva tiene ya una personalidad definida, sin embargo, sorprende por su versatilidad para asumir los riesgos que implica el moverse de los espacios conquistados. Si bien el pasillo o el albazo han sido soporte del éxito con el que el público le ha brindado su aplauso, Carlos se atreve a subirse en las músicas costeñas, en el san juan o el yaraví con el mismo respeto y devoción logrando un resultado que convence.
En este trayecto se publican temas que ya han escrito su propia historia y donde Grijalva presenta también su obra como compositor. Este disco incluye el pasillo “El Abrazo” que forma parte de la película ¨Sin muertos no hay carnaval” de Sebastián Cordero, y “Quiteños”, composición de Grijalva que se va transformando en pregón para las fiestas de la ciudad de Quito.
Participa como invitado especial “Papá” Nelson Maldonado en “Puñales” un yaraví estremecedor. Otro invitado especial es el gran cultor de la guitarra quiteña Julio Andrade.
Es así como Carlos Grijalva llega a presentar Viaje Ecuatoriano, una estación más en su búsqueda por la valoración de lo que considera suyo, las músicas del Ecuador.
Karina Clavijo, investigadora y artista de enorme importancia para nuestra música afro ecuatoriana interviene en el ámbito vocal, marimba e incluso como compositora de “Canchimalero”.
Tato Mora, percusionista apasionado de la música afro ecuatoriana se hace cargo de esa sabrosa función y nos regala una visión ecuatoriana de un instrumento contemporáneo como es la batería.
Matías Alvear, bajista de inmenso talento, musicalidad y sobre todo capacidad de trabajo y amor por nuestra música. Nos deleita con su bajo eléctrico, contrabajo y su maravillosa voz.
Paul Marcillo, guitarrista sangolquileño nos enseña una guitarra quiteña trabajada a pulso, influenciada también por su curiosidad por diversos estilos musicales del mundo que se transforman en un discurso personal único.
David Tamayo desde Cayambe comparte esa guitarra quiteña con Marcillo y aporta también su conocimiento y sensibilidad andina por medio de su guitarra, el bandolín y la guitarra eléctrica en las que se destaca su energía fruto de sus influencias del rock y otras músicas populares del mundo.
Lugar:
Casa de la Música
Dirección:
Valderrama N32- 307 Y Av. Mariana De Jesús
Valor:
$ 25